Vivir cerca del mar tiene muchas ventajas: vistas espectaculares, clima templado y una conexión única con la naturaleza. Sin embargo, construir o reformar una vivienda en zonas costeras también implica desafíos técnicos importantes. Uno de los más relevantes es el aislamiento térmico en viviendas cerca del mar.

El entorno marino presenta condiciones específicas: alta humedad, salitre, viento constante y oscilaciones térmicas más suaves, pero constantes. Por eso, un buen aislamiento térmico no solo mejora la eficiencia energética, sino que protege la estructura, aumenta el confort interior y alarga la vida útil del edificio.

En este artículo analizamos los errores más frecuentes en este tipo de construcciones y te damos soluciones prácticas y eficaces.

¿Por qué es importante el aislamiento térmico cerca del mar?

El aislamiento térmico en zonas costeras no se limita a retener el calor en invierno o mantener la frescura en verano. También actúa como barrera frente a:

  • Condensaciones provocadas por la humedad constante

  • Corrosión de materiales por el salitre

  • Desgaste de acabados exteriores por la radiación solar intensa

  • Pérdidas energéticas que incrementan el uso de climatización

  • Ruidos exteriores, como viento o tráfico turístico en verano

Además, una vivienda bien aislada mejora la certificación energética y revaloriza la propiedad.

Errores comunes al aislar viviendas en la costa

A pesar de la importancia del aislamiento, es habitual encontrar errores que comprometen su eficacia. Estos son los más frecuentes:

1. No considerar la orientación y exposición

Muchas veces se elige un sistema de aislamiento sin analizar si la vivienda está orientada al norte, al sur o frente al mar. Las fachadas más expuestas necesitan soluciones reforzadas, especialmente frente a vientos marinos y humedad constante.

2. Usar materiales poco resistentes al ambiente marino

Algunos aislamientos convencionales pierden eficacia o se degradan rápidamente con la salinidad y la humedad. Por ejemplo, ciertos tipos de lana mineral o poliestirenos no tratados pueden absorber agua o perder propiedades térmicas.

3. Dejar puentes térmicos sin resolver

Zonas como pilares, cajas de persianas o encuentros con carpintería mal ejecutados permiten filtraciones de calor, condensación o moho. Es un error frecuente por falta de supervisión técnica o por soluciones constructivas antiguas.

4. Descuidar el aislamiento de cubiertas y suelos

A menudo se centra todo el aislamiento en la fachada, olvidando que en zonas costeras los tejados planos y los forjados en contacto con el suelo también son puntos críticos.

5. Ventanas sin rotura de puente térmico

Es común ver viviendas con vistas al mar que apuestan por grandes ventanales… pero con carpinterías de aluminio sin rotura térmica o con acristalamientos inadecuados. El resultado: condensaciones, pérdidas de calor o sobrecalentamiento.

Soluciones eficaces para un aislamiento térmico duradero

Afortunadamente, hoy existen múltiples sistemas que permiten conseguir un buen aislamiento incluso en entornos difíciles como el marítimo.

1. Sistemas SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior)

El SATE consiste en aplicar paneles aislantes directamente sobre el exterior de los muros, protegidos por una capa de revestimiento. Sus ventajas:

  • Reduce puentes térmicos

  • Protege la estructura frente a la intemperie

  • Mejora la inercia térmica de la vivienda

  • Aporta un acabado continuo y personalizable

Se recomienda usar materiales como EPS grafito o lana mineral hidrófuga, y revestimientos adecuados para ambientes salinos.

2. Aislamiento en cubierta ventilada

En climas costeros, una cubierta bien ventilada evita sobrecalentamientos y condensaciones. Se pueden usar paneles sándwich con aislamiento incorporado, o sistemas multicapa con barreras de vapor correctamente instaladas.

3. Carpinterías de calidad con vidrio adecuado

Es imprescindible usar ventanas con rotura de puente térmico, perfiles de PVC o aluminio tratado y doble o triple acristalamiento con control solar. En viviendas con gran exposición, se pueden incluir vidrios bajo emisivos o con cámara de argón.

4. Aislamiento de suelos y forjados

En contacto con el terreno o con garajes no climatizados, conviene colocar aislamiento tipo XPS, resistente a la humedad, o sistemas de suelo radiante con aislamiento incorporado. También se pueden emplear soluciones ventiladas tipo caviti.

5. Revisión de juntas y sellados

Un aislamiento perfecto se pierde si hay infiltraciones de aire o agua. Por ello, es vital revisar todos los encuentros entre materiales, juntas de dilatación, cajas de persianas, etc. Los sellados deben ser resistentes al movimiento y al ambiente salino.

Recomendaciones prácticas de arquitectura

Desde nuestra experiencia en La Quinta Fachada, proponemos algunas claves adicionales:

  • Apostar por una arquitectura bioclimática, que aproveche la ventilación natural y el sombreado.

  • Elegir materiales de bajo mantenimiento y buen comportamiento térmico, como la piedra natural, el revoco de cal o las fachadas ventiladas.

  • Diseñar aleros, patios, celosías o contraventanas que protejan del sol directo y favorezcan la renovación del aire.

  • Priorizar la continuidad del aislamiento, evitando soluciones parciales que generen desequilibrios térmicos.

  • Siempre contar con un equipo técnico que supervise el diseño y la ejecución con criterios de eficiencia.

Proteger la casa, mejorar el confort

Un buen aislamiento térmico en viviendas cerca del mar es mucho más que una cuestión técnica. Es una inversión en bienestar, eficiencia y durabilidad. Evita problemas como humedades, moho o sobrecostes energéticos, y permite disfrutar de una vivienda cómoda durante todo el año.

En La Quinta Fachada diseñamos casas que responden a su entorno, cuidando cada detalle constructivo para que tu hogar no solo sea bello, sino también eficiente y duradero frente al clima costero.

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