La tendencia en el diseño de villas de lujo en la Costa Blanca es clara: la eliminación de barreras visuales. Buscamos que la casa fluya, que el interior se vuelque al exterior y que las habitaciones parezcan más grandes. La clave para lograr este efecto “infinito” es el uso de suelos continuos.
Sin embargo, cuando llega el momento de elegir el material, surge el gran dilema: ¿Apostamos por el microcemento artesanal o por la tecnología del porcelánico de gran formato? En La Quinta Fachada analizamos ambas opciones con honestidad para ayudarte a decidir.
Estética de los suelos continuos: La búsqueda de lo invisible
El objetivo de los suelos continuos es que el pavimento no sea el protagonista, sino un lienzo neutro que unifique la vivienda.
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Microcemento (continuidad real): Es el único material verdaderamente continuo. No hay juntas, ni de dilatación (si se aplica bien) ni de colocación. Es un material artesanal, con “aguas” e imperfecciones naturales que le dan un carácter orgánico y cálido, muy buscado en el estilo mediterráneo moderno.
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Porcelánico de gran formato (continuidad visual): Gracias a la tecnología actual, existen piezas de hasta 120×120 cm o incluso 3 metros. Aunque técnicamente existen juntas, al ser rectificadas y usar una lechada del mismo tono exacto, se vuelven casi invisibles al ojo, simulando el efecto de suelos continuos.
Resistencia y durabilidad: La prueba de la vida real
Aquí es donde las diferencias se hacen notables. Al elegir suelos continuos, hay que pensar en el uso diario.
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Porcelánico: Es prácticamente indestructible. No se raya si arrastras una silla, no se mancha si se cae una copa de vino y no cambia de color con el sol. Es la opción ideal para familias con niños, mascotas o para zonas de mucho tránsito (y arena de playa) como las entradas de las villas en Jávea o Calpe.
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Microcemento: Es más delicado. Aunque los selladores modernos han mejorado mucho, sigue siendo un pavimento que puede sufrir rayaduras o golpes fuertes (como si se cae un objeto pesado de punta). Requiere un mantenimiento más cuidadoso y, con los años, adquiere una pátina de “vivido”.
Suelos continuos y suelo radiante: ¿Cuál es más eficiente?
Si has leído nuestro artículo anterior, sabrás que el suelo radiante es innegociable. ¿Cómo se comportan estos materiales?
Ambos son excelentes conductores, pero con matices:
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El microcemento tiene un espesor de apenas 3mm. Esto permite que el calor pase muy rápido; la casa se calienta antes.
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El porcelánico tiene mayor masa térmica. Tarda un poco más en calentarse, pero retiene el calor durante más tiempo, liberándolo poco a poco.
Para efectos prácticos de confort en una vivienda habitual, ambos son magníficos aliados de los suelos continuos radiantes.
El veredicto del arquitecto
La elección depende de tu estilo de vida:
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Elige microcemento si buscas una estética orgánica, artesanal y única, y estás dispuesto a tratar el suelo con cierto mimo (como harías con un parquet de madera natural).
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Elige porcelánico de gran formato si buscas perfección técnica, “cero mantenimiento” y tranquilidad total ante manchas y golpes, manteniendo esa estética visual de suelos continuos.
¿Aún tienes dudas? Contacta con nosotros. En La Quinta Fachada te mostraremos muestras físicas de ambos materiales para que puedas tocar y sentir la base de tu futuro hogar.




